Desde noviembre del 2018 comencé a entrenar Crossfit, desde niña practiqué diferentes deportes, ya sea competitivo o recreativo, como: fútbol, natación, ciclismo, patinaje, voleibol, taekwondo y hasta Kung Fu, pero nunca antes Crossfit.
Pero, ¿qué tiene que ver el deporte y las ventas?
El objetivo con este texto es contar cómo mi experiencia en el deporte me ha dejado grandes aprendizajes que he practicado para el área de ventas.
Las personas que me conocen de cerca saben que soy disciplinada con mis entrenamientos; ando de tenis, entreno el fin de semana y 5 veces por semana, cargo potes para llevar mis comidas hechas en casa, con un termo para el agua y la proteína y demás cosas, pero no siempre fue así, esto es una construcción de hábitos durante un tiempo.
Voy a centrarme en este texto en 3 aprendizajes que considero más importantes para hacer de mi mensaje práctico y objetivo:
1.Motivación y disciplina:
Alcanzar los resultados que nos proponemos no se llegan entrenando un día y luego otra vez al mes siguiente, la frecuencia durante todo el proceso es clave y va de la mano justamente si se quiere seguir conquistando un mayor nivel.
Hay días en los cuales no tendrás full ganas de entrenar porque hay un montón de factores que pueden afectar la rutina diaria, pero siempre hay que tener un objetivo claro y los motivos por los cuales tomaste la decisión de comenzar, por eso una buena opción es combinar entre disciplina y motivación, esto será un gran diferencial en el logro de resultados.
A través de la constancia es que se puede mejorar y estar preparados para enfrentar a la competencia. Es en el terreno de entrenamiento donde se deben perfeccionar la técnica y corregir los errores antes de la práctica real. “El genio se hace con 1% de talento y un 99% de trabajo” – Albert Einstein.
He tenido también días en los que no tengo muchas ganas de ir a entrenar, pero así mismo hago el esfuerzo y voy. Cuando termino mi entrenamiento es ese momento la satisfacción alcanzada, porque me cumplí, a mi misma, hasta en un día no fácil. Lo veo incluso como una forma de no auto sabotearse, porque tienes un compromiso con tus objetivos, es una batalla con la mente, el órgano más complejo de controlar, es un ir y venir del “no quiero” al “si puedo”. ¡Espera un momento! Claro, tampoco soy una super-humana o un robot, el día en que realmente no estoy en las condiciones no voy, hacer ejercicio físico mal, puede ser de alto riesgo alto por lastimarse, es mejor tomar aire, respirar y mañana comenzar de nuevo, pero siempre recordar tu objetivo y mantenerse.
Aumenté hace 1 año mis entrenamientos de 3 a 5 veces por semana, algo que me ayudó bastante fue colocar pequeñas metas y celebrar esas conquistas con premios simbólicos, como por ejemplo de tal a tal otra fecha debo completar “x” entrenamientos, al cumplir ganaré ‘’X’’ cosa, visualizar todo, cada detalle. Es importante definir metas que sean alcanzables pero a su vez desafiadoras, que impliquen un real esfuerzo, mensurables en tiempo y cantidad de un objetivo.
2. Auto conocimiento:
Conocer tus fortalezas y debilidades hacen parte del camino, cuál es el ejercicio que te queda más fácil, cuál es el que da más trabajo conseguir realizar, que parte duele más y así por delante. El auto conocimiento es un constante aprendizaje durante el tiempo.
Al practicar deporte conocí mis límites, el máximo ardor de mis músculos y mis habilidades para alcanzar cosas que nunca pensé que sería capaz de hacer. Puede parecer cosas hasta insignificantes para otros pero lograr por ejemplo: estar colgado y tocar con los pies la barra para trabajar el abdomen durante varios segundos, hacer 15 flexiones tocando el pecho con el piso y sin temblar los brazos, alzar en sentadillas el mismo peso que tengo, poder hace todo eso forma un conjunto de motivos para actuar con seguridad, es una muestra del éxito en lo alcanzado.
3. Trabajo en equipo:
Recuerdo cuando jugaba voleibol competitivo, viajé por muchas ciudades en Colombia para campeonatos, era la más pequeña del equipo pero mi estatura me ayudaba a ser más mucho más rápida entonces mi posición en el campo de juego era de ”pasadora”, mi objetivo era colocar el balón justo para que la jugadora atacante pudiera contra-atacar a nuestra competencia, es la persona que está justo debajo de la malla. Era estratégico porque era así como lograba contribuir a mi equipo con mis características y habilidades físicas.
Lo mismo pasaba con otras personas que jugaban conmigo, la que era más alta tenía mejores condiciones para hacer un ataque fulminante y con mayor potencia, había otra con más fuerza en sus piernas entonces era responsable por recibir los ataques largos. Conocer las habilidades y capacidades del equipo es importantísimo para crear una estrategia, recordando que cada persona en su individual tiene características especiales y que juntos es la única forma en lograr resultados increíbles.
Bien, ya para concluir este artículo entre aprendizajes y mis historias deportivas, también tengo que mencionar los factores principales que me ayudaron en todo este proceso para conseguir tener disciplina deportiva, y aquí algunos clave:
Mi papá con su ejemplo; Cuando era niña, creo que tenía cerca de los 10 años, me llevaba a caminar por el campo durante varias horas, la temperatura era bien alta porque vivíamos en una región muy caliente de un clima promedio de 35°C, a veces me cansaba y me llevaba de hombros. Recuerdo aún en mi mente pequeños detalles de esos paseos; él con un palo en la mano para protegernos si algún animal peligroso aparecía, cargaba una garrafa con agua que nos debía alcanzar hasta el final de la ruta y por el camino me contaba historias, escuchaba con gran atención y cuando terminaba hacía miles de preguntas curiosas. Me enseñó también a montar a caballo, me decía que montar a caballo era algo que todas las personas necesitaban aprender en su vida, en ese entonces realmente lo era. Tuve tanta suerte que mi papá me incentivara a practicar cualquier tipo de deporte y que no le tuviera miedo a intentar.
Relacionarme con personas con objetivos similares; muchos amigos míos entrenan, entonces algunos días vamos juntos (lo ponemos así como si fuera cualquier otro plan, como si fuera ir a un paseo) ir con alguien que te apoye y te de ánimo realmente funciona, hace que sea más fácil. Los fines de semana, por ejemplo, entreno con un amigo colombiano, él lleva muchísimos años más que yo, entonces siempre me enseña nuevas rutinas, me da coraje de llegar a mi mayor esfuerzo, me muestra con su ejemplo etc. También recuerdo la vez que fui de vacaciones a Colombia y ahí mi rutina paro 2 semanas, al volver fue difícil retomar actividades, ahí es donde mi amigo Cubano, me alentó muchísimo. Y muchos otros amigos que me acompañan, influencian y apoyan.
Creo firmemente que sin las personas que están a mi alrededor sería más duro encontrar ese compromiso que tengo ahora, ellos lo hacen un poco más fácil.
Finalizando este post dejo aquí otras ideas que me ayudaron a mejorar mi rutina:
- Programación de actividades diarias: Mejor si es creada manual en una hoja de papel, a puño y letra, prefiero escribir porque siento que lo interiorizo más, pero también hay Apps para esto, la idea es marcar y separar los días-horarios de entrenamiento, sincronizados con el resto de sus compromisos.
- Aplicativos: Descargué aplicativos de los gimnasios a los que iba, seguir grupos de interés similar en redes, inclusive hasta compartir a otras personas fotos de la evolución, los entrenamientos o la comida me ayudó también. Utilicé un App muy bueno que se llama Habitbull, sirve para comenzar a crear hábitos, existen muchos otros, ese me pareció bastante completo.
- Eliminar excusas: Hice una lista con posibles excusas, las que ya me había dicho alguna vez, y al frente de cada una coloqué una solución, tenía excusas como “no traje comida” o “se me olvidaron los tenis”, al final estas son justificaciones para una falla. La idea es hacer todo más fluido. Pienso que siempre existirán, el punto clave es disminuir su impacto lo máximo posible.
¿Qué otra habilidad o competencia de ventas crees que se desarrolla con el deporte?
